Compartimos con ustedes el discurso realizado por Edgardo Moraga, graduado MADA, delegado de los estudiantes durante el año 2015 y quien además fue premiado como el mejor promedio de notas de su generación.
Estimadas autoridades de la Pontificia Universidad Católica, la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos, Escuela de Diseño, profesores, estudiantes, familiares y amigos que hoy nos acompañan.
Queridos MADAmigos:
Hoy celebramos nuestra graduación del Magíster de Diseño Avanzado, el MADA. El cierre de un proceso que, con distintos significados para cada uno de nosotros, nos llena de orgullo y de alegría. Celebramos las experiencias compartidas, el aprendizaje y el esfuerzo que hemos puesto en esta aventura. Celebramos ser parte de la comunidad MADA, y por supuesto, la acreditación del programa por cuatro años; la acreditación no sólo es un reconocimiento a la calidad del magíster y el trabajo que desde hace varios años se ha venido desarrollando, reconoce también el “posicionamiento de los graduados como verdaderos agentes de desarrollo sostenible”, atendiendo a las complejidades propias de una sociedad donde la integración, la inclusión, la equidad y el acceso igualitario a las oportunidades, la sustentabilidad, la innovación y la competitividad son claves para un desarrollo a escala humana.
Esta vocación de emprendimiento y de innovación social del MADA se hace evidente en nuestros proyectos finales, que a través del diseño de artefactos, servicios o sistemas contribuyen al mejoramiento de la productividad en las empresas, como los proyectos de Claudio, Álvaro y Giovanni, a la promoción de la felicidad y el desarrollo personal, en las propuestas de Roberto y Fede, a la protección de la primera infancia en las iniciativas de Marcela y María José, el mejoramiento de la calidad de vida en las grandes ciudades en los proyectos de Gerardo, Pancho y Nicolás, la puesta en valor del patrimonio de Gabriel y Edgard, la promoción de la inclusión de los menos favorecidos y grupos minoritarios en las propuestas de Nadia, Felipe y Alan, la convivencia con las mascotas como parte de una ecología integral, en los proyectos de Marcelo y Lorena o el mejoramiento de la experiencia de atenciones médicas y cuidado de la salud, en las iniciativas de la Camila, Pablo y Michael. Proyectos que nacen de las necesidades de las personas y usan el poder transformador del diseño para co-crear soluciones viables y sustentables. Alastair Fuad-Luke, un activista del diseño, dice que la verdadera alegría del diseño radica en que este ofrece nuevas perspectivas, un mayor bienestar y un intuitivo sentido de equilibrio con el resto del mundo.
Y si el diseño tiene la capacidad de transformar, imaginando lo que aún no existe y haciéndolo aparecer de forma concreta, el estar en contacto con esta posibilidad a través del enfoque del MADA tiene el potencial de transformar la forma en que imaginamos el ejercicio de nuestra profesión, sea cual sea el campo disciplinar al que pertenecemos, y especialmente para quienes venimos de otras áreas.
En lo personal, hoy celebro lo aprendido, los nuevos paradigmas, los asados, los pretotipos y prototipos, el trabajo multidisciplinario, las trasnochadas, el pensamiento lateral, la especulación, la investigación aplicada y el descubrimiento, o redescubrimiento, del diseño; celebro ser parte de este grupo de personas de distintos países, profesiones y edades; celebro los amigos que aquí he conocido, y también lo que aprendí de ellos.
En nombre de quienes nos graduamos hoy, quiero agradecer especialmente la dedicación, paciencia y confianza de nuestros profesores, sus conocimientos y, en la mayoría de los casos, su disposición a un debate crítico, a la posibilidad de co-aprender y disentir. Y quiero agradecer también al equipo MADA, Katherine, Paola, Mariluz y Pilar por su disposición para hacer más fácil y enriquecedor nuestro paso por el magíster.
Como graduados nos enfrentamos ahora al desafío de poner en práctica lo aprendido, contribuyendo al desarrollo de nuestro país, con una mirada innovadora, multidisciplinaria, sostenible, inclusiva y participativa; una mirada design-driven.
El MADA también enfrenta nuevos desafíos a partir de su consolidación: seguir avanzando a la frontera del conocimiento, al diseño avanzado, participando en la discusión sobre el diseño a nivel global y aportando a la investigación y desarrollo de un campo disciplinar aún en formación; contribuyendo a la formación de profesionales, enseñando métodos de diseño a los no diseñadores, métodos que hacen del diseño el lenguaje común para la innovación interdisciplinaria; y articulando el diálogo y la colaboración entre la academia y el mundo público y privado, desde un enfoque colaborativo, social y emprendedor. Citando nuevamente a Fuad-luke, el verdadero poder del diseño es que profesionales y gente común pueden co-diseñar de formas sorprendentemente creativas, y su verdadera pasión está en su debate filosófico, ético y práctico.
Felicitaciones a todos, y nuevamente, muchas gracias.